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# FP4Party Edición 2021 - Agfa Box Synchro

Hace unos años descubrí una iniciativa en las redes sociales, en Twitter en concreto, por la que periódicamente se celebra una "fiesta" fotográfica, en la cual se participa de una forma muy sencilla.

  1. En la primera semana del mes de la "fiesta", los participantes cargan sus cámaras con película Ilford FP4 Plus o algunas de sus variantes antiguas, si es que les quedan rollos caducados de las mismas.
  2. En la semana siguiente, la segunda del mes, los participantes se dedican a revelar por si mismos, o remitiéndolos a laboratorios comerciales, los rollos expuestos. Y también digitalizan las fotos para...
  3. En la tercera semana, tercera del mes, claro, se suben a las redes una selección de las fotos realizadas con la etiqueta #fp4party.

Una vez terminado este proceso, hay una selección de fotos y una votación para ver quien/es es/son los ganadores,... que no ganan nada más que la satisfacción del reconocimiento de sus pares. O nada menos.

Yo llevo participando unos años. Es una forma de "obligarte" a mantenerte activo fotográficamente hablando, de "obligarte" a planificarte un poco, de pensar qué fotos quieres hacer, con qué cámaras, con qué estilo, con qué luz según la época del año en la que transcurra. Una serie de cuestiones que nos deberíamos plantear siempre... pero que por las peripecias de eso que llaman "la vida moderna" no siempre hacemos dejándonos llevar por la improvisación. Y ahí estaba yo pensando... cuando "la vida moderna" se me cruzó y tiró por la ventana mis planes. Para el lunes en el que empezaba la semana de salir a hacer fotos, me citaron para mi primera dosis de vacuna con la covid-19. Y el martes por la tarde tuve efectos secundarios de la vacuna. Y el miércoles por la tarde menos, pero me cansé en el trabajo por la mañana y comprando al salir del trabajo, en parte por los efectos secundarios de la vacuna, y ya llegué a casa y me encerré a descansar.

Así que nos plantamos ya en el jueves por la tarde, con media semana "perdida". Por lo que decidí romper la dinámica de una forma sencilla. Cogí la Agfa Synchro Box, la cámara de cajón para película tipo 120, que ofrece ocho negativos de aproximadamente 6 x 9 cm, y tras salir del trabajo me fui a pasear y hacer las ocho fotos. Como recordatorio sirva decir que esta cámara tiene una única velocidad de obturación, que con el tiempo se ha quedado en aproximadamente 1/25 - 1/30 segundo, por lo que hay que tener mucho cuidado en no trepidar la foto, y tres posiciones de diafragma; f/16, f/11 con filtro amarillo incorporado y f/11 sin filtro amarillo. En caso de condiciones de luz con sol radiante, me gusta usar la segunda posición, f/11 con filtro amarillo, porque ofrece algo más de contraste. Y si necesito un extra de profundidad de campo, con una lente de foco fijo, teóricamente en algún punto hiperfocal, uso f/16.

Como todos los demás rollos que hice en lo que quedaba de semana los hice a la sensibilidad nominal de la FP4 Plus, ISO 125, los revelé todos juntos en el mismo tambor, con Kodak HC-110 1+19, 5 minutos y 15 segundos durante 21 ºC. El caso es que debería haber revelado este rollo por separado. Con una situación de abundante luz y con los límites en los valores de exposición que tiene la cámara, el índice de exposición efectivo fue IE 32 - 64 según las tomas. Debería haber disminuido el tiempo de revelado. O aumentado la dilución del revelador. Para matizar el contraste y evitar una excesiva densidad de los negativos. Como no los voy a ampliar en el cuarto oscuro, no me supone un excesivo problema. Las bondades de la película permiten extraer sin problema la imagen al digitalizarla, aun con una sobrexposición de dos pasos, y sin que las altas luces se vean afectadas (en exceso). Pero bueno... lo que debería haber hecho es lo que he dicho. En fin. Os dejo las fotos, y ya os hablaré del resto de los rollos de película que hice para este #FP4Party.

Simplemente fotos con una Minox 35 GT-E y película Ilford FP4 Plus

Hoy no ha sido un buen día. Definitivamente, no. Iba a comentar en extenso... pero no tengo muchas ganas. Así que me voy a limitar a decir que estos días he revelado un rollo de Ilford FP4 Plus 125 que expuse en las últimas semanas con la pequeña Minox 35 GT-E.

En los primeros meses del año 2020, usé mucho la Minox. Pero luego la dejé un poco aparcada. En los últimos meses de 2020 y en el principio de 2021, he usado más como cámara compacta la Leica Minilux. Cada una de ellas tiene sus cosas buenas y sus cosas "menos buenas".

En cualquier caso, el revelado lo he realizado como de costumbre, en Kodak HC-110, dilución C (1+19), durante 5 minutos y 15 segundos, con diez inversiones al principio del primer minuto, y cinco al principio de cada uno de los siguientes. Digitalizadas como de costumbre con la Panasonic Lumix G9 y el Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS. En su resolución normal, de 20 megapíxeles por foto. Algo menos al tener que recortar el formato 4:3 a 3:2.

Sobre los resultados no hay mucho que decir. Como ya me ha pasado en más ocasiones, la Minox tiene tendencia a sobreexponer. Y han quedado más densos de la cuenta. La próxima vez, si me acuerdo, que en esta ocasión no me he acordado, ajustaré el fotómetro de la cámara a IE 250, pero revelaré normalmente para IE 125. Creo que así quedará bien. Lo más curioso del rollo es que el porcentaje de fotos en formato horizontal es bajísimo. Con las Olympus Pen y la Fujifilm GS645S Wide 60 me he acostumbrado al formato vertical,... y cada vez veo más así.

Ilford FP4 Plus 125 a IE 400 - En Olympus Pen F

Esta la cuarta entrada que dedico al uso de la Ilford FP4 Plus 125 a un índice de exposición IE 400. Ayer me llegó el libro de fotografías de mi viaje a Oporto en septiembre, donde me llevé la Pentax MX con algunos rollos de Ilford HP5 Plus 400, quedando moderadamente insatisfecho con los resultados. Siendo una película que ofrece poco contraste, me quedaron unas fotografías muy planas. No teniendo acceso en estos momentos, por tiempo personal disponible y por otros motivos, a un laboratorio fotoquímico, proceso digitalmente los negativos. Y ajustar el contraste de negativos poco contrastados me resulta insatisfactorio, especialmente cuando se manejan negativos pequeños. Del 24 x 36 mm hacia abajo. Por eso, he venido ensayando una película más contrastada, especialmente si se subexpone y se aumenta la intensidad del revelado, aumentando la concentración del revelador y con un tiempo más prolongado para dicha concentración.

Los resultados con la Hasselblad 500CM en formato Superslide (41 x 41 mm), 16,8 cm2 de negativo, con la Pentax MX en formato pequeño (24 x 36 mm), 8,6 cm2 de negativo y con la Fujifilm GS645S Wide60 (56 x 42), 23.5 cm2 de negativo, los he considerado bastante buenos. Sin problemas con la pérdida de información en los tonos más oscuros de la imagen, salvo algún caso en escenas de iluminación muy dura, con un grano contenido, especialmente sorprendente en el formato pequeño, lo cierto es que me he sentido muy cómodo. Es normal apreciar poco el grano en negativos grandes. El formato de la GS645S es 2,7 veces más grandes que el de la Pentax MX. Así que el resultado con esta última, más agradable al final de todo el proceso que mis últimas experiencias con la HP5 Plus 400, prácticamente me deciden en la utilización de esta combinación de película, exposición y revelado de forma habitual. Ya he comentado en alguna ocasión que el motivo de comparar estas películas y no otras es porque son las que son fácilmente disponibles en comercios locales de Zaragoza, sin necesidad de pedir por internet.

Pero decidí ir a la prueba más exigente. Hacer un rollo de 36 exposiciones en la Olympus Pen F, que ofrece un mínimo de 72 fotogramas de aproximadamente 24 x 17 mm. Es decir, 4 cm2. Prácticamente, es dividir por 6, por 4 o por 2, la superficie sensible de cualquiera de las otras pruebas. En números aproximados. Así que realmente, la capacidad de producir imágenes nítidas y con determinado grado de ampliación en la imagen final está realmente comprometida. Este es uno de los motivos por los que estos negativos, o posteriormente los formatos del sistema APS, que encima era mucho más caro, no tuvieran más que un éxito pasajero, especialmente conforme las cámaras para el 24 x 36 mm fueron haciéndose más reducidas en tamaño. Véase la Pentax MX, más grande que la Olympus Pen F, pero bastante llevadera y con el "doble" de calidad de imagen por superficie de negativo. O la propia Olympus OM-1 dentro de los diseños de Maitani Yoshihisa.

Llevar encima la posibilidad de realizar 72 exposiciones, supone capacidad para unos cuantos días de ir y venir por Zaragoza con la cámara en la mochila por si surge la oportunidad. Más en otoño, donde las variaciones en el tiempo atmosférico y en las condiciones de luz son mayores. Un día puedes tener sol radiante, otro puede estar lloviendo o con nieblas más o menos densas, y todas las condiciones que se te ocurra entre medias. Y con el 38 mm f/1,8 y un índice de exposición de 400, hasta puedes utilizarla en alguna situación en interiores, como en la visita que hice a la exposición de Manuel Outumuro.

En cuanto a la exposición y el revelado, a ratos llevaba encima mi Gossen Digisix, a ratos me lo dejaba olvidado en casa y tenía que estimar la exposición o ojo. Cuando me encuentro en esta última situación, es frecuente que tienda a ser pesimista y sobreexponga los negativos. Por ello, aproximadamente un 20 % de los negativos del rollo han resultado muy densos, pero utilizables. El resto están bien. Ninguno está subexpuesto, ni hay tonos oscuros comprometidos. Lo revelé junto al rollo de formato medio que comenté hace unos días, en Kodak HC-110, dilución C 1+19, 7:40' a 22 ºC. Ya comenté en su momento las circunstancias de ese revelado.

El resultado final... pues en la tónica de las anteriores pruebas, pero con un grano bastante más aparente, y una nitidez más limitada, como era lógico esperar. En esto no hay magia que valga, los límites que impone la física son los que son, y cuanto más grande es un negativo, más cómodo es extraer la información y ampliar la imagen. No hay más vueltas. La cámara es muy divertida de utilizar, la calidad mecánica de la misma es sorprendente, la óptica del Zuiko 38 mm muy buena para su época... pero el negativo... ya lo he comparado con los otros sistemas. ¿Es utilizable? Pues sí. Pero probablemente, cuando me apetezca utilizar la Pen F optaré por momentos de buena luz y por películas entre los ISO 50 y 125. Y hasta que llegan estas pruebas. En un futuro, si sigo utilizando esta combinación de película, exposición y revelado será ya por que me interese.

Ilford FP4 Plus 125 a IE 400 - En Pentax MX

Hace unos días escribía en estas páginas sobre mis experiencias de utilizar la película Ilford FP4 Plus 125 expuesta con un índice de exposición (IE) 400 en lugar de su sensibilidad nominal, en formato medio sobre una Hasselblad 500CM. Hoy vamos a lo que sería la segunda parte de esa experiencia, utilizar la película en las mismas condiciones pero sobre una cámara de formato pequeño, 24 x 36 mm, una Pentax MX con un un objetivo SMC-M 28/3,5. Las motivaciones que me llevaron a buscar esta experiencia se explican en el artículo que he enlazado anteriormente, y consisten en ver si consigo unos resultados más convincentes para mis gustos estéticos y para mi práctica de proceso mixto fotoquímico-digital, que con la Ilford HP5 Plus 400.

Con el formato pequeño (uso la nomenclatura tradicional en película tradicional, frente al pretencioso full format de quienes han nacido a la fotografía en un mundo electrónico-digital), hay mayor riesgo de que el grano se vea muy presente. Bien porque sea inherente a la película utilizada, bien porque aparezca al aumentar los tiempos de revelado, bien por la necesidad de corregir el contraste tras la digitalización del negativo. Ese grano puede convenir en ocasiones... pero no en otras. Si en determinados reportajes o en determinados retratos la estructura de la emulsión juega a favor del expresionismo de la fotografía, en paisajes, en arquitectura o en otras situaciones, donde precisemos conservar el detalle de la imagen, juega en contra. Cuando me voy de viaje, por peso y comodidad uso el formato pequeño, pero me gusta recoger el detalle de la imagen.

Durante unos días, después de volver del viaje a Oporto donde usé Ilford HP5 Plus y cuyos resultados me dejaron mohíno, cargué una Pentax MX con un rollo de Ilford FP4 Plus 125, ajusté el fotómetro a IE 400, y le calcé el SMC-M 28/3,5. Un objetivo muy modesto en sus pretensiones aparentes, pero que es ligero, y muy honesto en sus resultados. Muy agradable de usar. Especialmente por la agilidad del preenfoque a la hiperfocal, o a la distancia que se prefiera, a f/8 o f/11 y la rapidez en la operación limitándote a prever de antemano los parámetros de exposición. De este modo, prácticamente sólo te tienes que preocupar de encuadrar correctamente y de disparar en el momento adecuado. 

Como ya comentaba en el artículo anterior, lo que buscaba era comprobar el comportamiento en situaciones de luz "modorra". Nublados o seminublados, con bajo contraste en la escena, donde tanto el aumento de sensibilidad, por la menor luminosidad de la escena, como el mayor contraste que aporta la prolongación del revelado vienen bien. Y lo cierto es que en los primeros días de octubre, en Zaragoza, aparecieron varios días así. Días con sol velado o nublados ligeros. He de decir que los resultados con la HP5 Plus 400 con sol radiante en Portugal fueron muy buenos. Como luego no hay que ajustar mucho el contraste tras digitalizar, se controla el grano mejor, y la amplia dinámica de la película hace que haya una buena gama tonal. En la prueba que hice con la FP4 Plus 125 a IE 400 con la Hasselblad, en la que había escenas con fuerte contraste, ya advertí de la necesidad de proteger las sombras para evitar que se bloqueen.

Revelado en el mismo tambor que el rollo de formato medio del que ya os hablé en Kodak HC-110, dilución C (1 + 19), durante 8 minutos y 30 segundos a 21 ºC, y digitalizado con la Panasonic Lumix G9 en modo de alta resolución moderado, para un resultado final de archivos digitales de entre 25 y 30 megapíxeles. No ajusté mucho el encuadre. Preferí garantizar con cuidado que los negativos estuvieran perfectamente paralelos al sensor de la cámara y que la nitidez fuera la mayor posible. La película se reveló sin problemas, manifestando a simple inspección visual unos negativo mucho más contrastados que los recientes de la Ilford HP5 Plus 400, pero que se digitalizaban sin problemas porque la gama tonal está bastante por debajo todavía que la dinámica del sensor de la Lumix G9.

Los resultados fueron bastante buenos. Y esta vez, sin peros. Las imágenes quedaron nítidas. Perfectamente enfocadas; un angular como el 28 mm y con la amplia profundidad de campo ayuda. Es muchísimo menos crítico que el 80 mm en la Hasselblad. El grano mucho menos aparente que en la HP5 Plus 400 que me traje de Portugal. Hasta un punto que me sorprendió. La gama tonal amplia con un buen contraste, pero sin excesos, muy controlable. Ninguna sombra bloqueada, ninguna luz empastada. Más sencilla de ajustar en el proceso digital que con la HP5 Plus. Lo cual ayuda a mantener a raya el grano, que aumenta con los ajustes digitales intempestivos. 

Voy a seguir usando la Ilford FP4 Plus 125 en estas condiciones una temporada para terminar de familiarizme con ella en distintas situaciones. Es posible que el próximo rollo lo ponga en la Olympus Pen F, con la mitad de tamaño, para probar sus límites. También lo quiero usar con la Fujifilm GS645S Wide60, donde auguro buenos resultados, por la flexibilidad que ofrece el formato medio. Y no descarto colocar algún rollo en alguna estenopeica, a la que un aumento del contraste le sentará bien, sin que el grano, sobre un negativo de 6 x 9 cm sea un problema. os iré contando.

Ilford FP4 Plus 125 a IE 400 - En Hasselblad 500CM

Cuando terminaba el confinamiento por la epidemia de Covid-19 en mayo, y empezaron a permitir paseos a determinadas horas del día, una mañana, de madrugada, salí a pasear con la Hasselblad 500CM y un rollo de Ilford FP4 Plus 125 expuesta a un índice de exposición de 400. Casi dos puntos de subexposición, con el aumento en el tiempo de revelado adecuado para resituar los tonos de gris en sus lugares adecuados. No me disgustó la experiencia, pero en aquel momento no pasó de una curiosidad, que me despertó algunas inquietudes, pero no fue más allá.

Hace unas semanas regresé de mi viaje de vacaciones por Portugal. También me llevé una cámara con película en blanco y negro. Pero en lugar de llevar la Ilford XP2 Super 400, que es mi opción habitual en los viajes, me llevé Ilford HP5 Plus 400, de la cual disponía en abundancia. Pero sinceramente, no acabé muy satisfecho con los resultados. Salvo en situaciones con abundante luz solar y escenas contrastadas, la mayor parte de las fotos me resultaban muy apagadas, con contraste excesivamente bajos, y sin que resaltasen los motivos principales de la imagen. Se puede achacar a mi incapacidad para seleccionarlos y encuadrarlos adecuadamente, sin duda. Pero también me atrevería a decir que la HP5 Plus tiene una curva tonal excesivamente plana en ocasiones. La corrección del contraste en el procesado digital tras escanear el negativo, llevaba a un aumento del grano excesivo para mi gusto.

Si unes las dos experiencias, empiezas a pensar. Igual conviene, para alcanzar el rendimiento tonal que yo imagino o quiero, usar otra película y otras situaciones. Hablaré de películas convencionales en blanco y negro, y no de la XP2 Super 400, que se revela en el proceso C-41 propio de las películas cromogénicas. No por nada, muchos fotógrafos gustan de la Kodak Tri-X 400, por el contraste que ofrece. Sin embargo, en estos momentos es una película cara, que tengo que conseguir a través de internet sumando a su precio los del transporte, y con la que no me llevo bien al digitalizarla, por la falta de estabilidad dimensional que he experimentado con ella. Se curva y se retuerce como una condenada, aumentando las posibilidades de que se contaminen con polvo, y causando problemas de nitidez por la falta de planeidad sobre los portanegativos.

Así que decidí que había que volver a experimentar con la Ilford FP4 Plus 125 expuesta a un índice de exposición de 400. La película se maneja muy bien, se digitaliza muy bien, es más contrastada que la HP5 Plus 400, más si aumentamos el tiempo de revelado, la encuentro fácilmente en comercios físicos de Zaragoza y a precios mucho más razonables que los de la película de Kodak. Y existe mucha experiencia en el mundo en su revelado, sabiendo que se revela bien con cualquier revelador de los más populares y con buenos resultados generales. Las nuevas experiencias tienen dos partes. Una mañana de domingo con la Hasselblad 500 CM, saliese como saliese de sol y de iluminación, y varios días llevándola encima con una Pentax MX, haciendo fotografías cuando las condiciones de luz ofrecieran escenas con un contraste bajo.

Hoy os presento las experiencia con la Hasselblad 500CM. Armada con el objetivo Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF. Le puse un respaldo A16S, que ofrece 16 fotogramas de 41 x 41 mm en lugar de los habituales 12 fotogramas de 55 x 55 mm. El motivo principal es que así el resultado era más exigente con el grano de la película. Al ampliar más... el grano resulta más aparente. Es fácil apreciar un grano bajo o contenido con un negativo muy grande,... pero cuando el negativo es más pequeño... la cosa cambia. Y además me permitía hacer cuatro fotos más en ese paseo mañanero de domingo.

Revelado como de costumbre en Kodak HC-110, en dilución C (1 + 19), durante 8 minutos y 30 segundos a 21 ºC, y digitalizado con la Panasonic Lumix G9 en modo de alta resolución moderado, para un resultado final de archivos digitales de entre 25 y 30 megapíxeles. No ajusté mucho el encuadre. Preferí garantizar con cuidado que los negativos estuvieran perfectamente paralelos al sensor de la cámara y que la nitidez fuera la mayor posible. La película se reveló sin problemas, manifestando a simple inspección visual unos negativo mucho más contrastados que los recientes de la Ilford HP5 Plus 400, pero que se digitalizaban sin problemas porque la gama tonal está bastante por debajo todavía que la dinámica del sensor de la Lumix G9.

Los resultados fueron bastante buenos con algún pero. Las imágenes quedaron nítidas, salvo algún fotograma con algún error en el enfoque. Mi vista ya no es lo que era. El grano prácticamente inaparente. Muy muy muy por debajo del que ofrece la HP5 Plus expuesta al mismo índice de exposición. La gama tonal amplia y contrastada, pero sin excesos. Más sencilla de ajustar en el proceso digital que con la HP5 Plus. Lo cual ayuda a mantener a raya el grano, que aumenta con los ajustes digitales intempestivos. Y el pero está en que alguna sombra me quedó bloqueada. La medición de la luz la hice con el pequeño Gossen Digisix, tanto en modo luz incidente como luz reflejada según las escenas. En la mayor parte de los casos, esas sombras bloqueadas no invalidaban la foto, pero queda claro que en una mañana soleada, cuando la escena incluye áreas iluminadas por el sol y sombras profundas, hay que tener cuidado en proteger estas últimas. No está mal, pero hay que obtener más información. Veremos que pasa con los resultados obtenido con la Pentax MX. Pero eso os lo cuento la semana que viene.